No importa el tamaño que tengas. No importa si eres alta o bajita o si eres pesada o ligera.
No importa si eres de café, de noche o de comedor para 8 personas.
No importa que lleves toda la vida en casa de mis padres o que te acabe de poner en ese hueco en el que vas perfecta.
Querida mesa, siempre voy a encontrar la manera de darme contigo en la pierna porque soy torpe, muy torpe ¿os lo había dicho?
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