Después de estar sufriendo un poquito con el tema laboral por aquí en Londres...
¡¡Por fin me llaman esta semana para ofrecerme un trabajo como profesora!!
Estoy que no me lo creo, dando saltitos de alegría y de paso, dándome algún que otro golpe con una puerta o una mesa (soy torpe, ¿os lo había dicho?)
Empiezo el lunes 21 de enero y voy a estar dos semanas haciendo una sustitución en un colegio de Londres. Bueno, a las afueras de Londres. En un pueblo que se llama Wickford y al que tardo una hora y media en llegar, ea, pero al trabajo con alegría, oiga.
Me avisan el viernes de que al final no voy a dar español, sino que son 2 semanas de clases de francés...¡madre mía! hace 6 años que no lo hablo, pero no pasa nada. Me saco unos cuantos libros, DVDs y CDs de la biblio (un total de 7, para ser exactos) y durante el fin de semana me pongo las pilas de nuevo, he dicho.
Así que me paso todo el finde encerrada repitiendo Je m'appelle Tally, Je viens de l'Espagne, J'ai 29 ans... Preparo una clase introductoria con preguntitas y demás para conocer a los alumnos. Todo controlado.
Domingo, 11 de la noche.
Yo, en la cama porque me tengo que levantar a las 5.45 para no llegar tarde el primer día.
Suena el teléfono.
Hay una nevada en toda Inglaterra y cierran el colegio el lunes.
¬¬
Perfecto.
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