8 de Agosto de 2016.
Querido F.:
¿Recuerdas las últimas palabras que te dije al salir de casa el día que nos íbamos al hospital para que me provocaran el parto?
Sí, exacto: “Ahora salen dos y cuando volvamos seremos tres”.
Esa fue la primera lección de la vida que hemos aprendido sin darnos cuenta como padres primerizos: Hacer planes y conseguirlos es una victoria absoluta.
Y es que en los últimos 13 días hemos vivido de todo y ha sido una experiencia muy dura porque no hemos vuelto los tres a casa. De hecho, en estos trece días no hemos vuelto JUNTOS a casa ningún día y por ello hemos llorado, nos hemos asustado y hasta nos hemos gritado. Pero también nos hemos emocionado, nos hemos querido mucho y nos hemos enamorado de nuestro hijo.
Dicen que para ser feliz en la vida hay que tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol.
El pasado 28 de Julio tú y yo dimos el primer paso JUNTOS hacia esa felicidad: trajimos JUNTOS a nuestro primer hijo. Y digo JUNTOS porque sin ti no hubiera podido hacerlo: eras tú quien me sujetaba la pierna, quien me decía cuándo tenia que respirar y cuándo tenía que empujar y eras tú el que me decía que lo estaba haciendo muy bien.
De ese día, en mi memoria siempre vivirá el momento en el que conseguiste ver la cara de tu hijo y nos besamos al saber que habíamos hecho juntos la cosa más bonita del mundo.
Con esta carta que ahora estamos leyendo JUNTOS en nuestro barrio pretendo dar el segundo paso para alcanzar la felicidad: quiero que sea la primera página de mi libro, un libro en el que contaré cómo nuestra vida ha cambiado de la noche a la mañana y cómo hemos sido capaces de sortear los obstáculos para traer al mundo a J.
Ya solo nos queda iniciar el tercer paso hacia la felicidad: Plantar un árbol.
Así que, antes de entrar en casa siendo 2 en lugar de 3, te invito a plantar un árbol conmigo. Un árbol de aquel bosque que una vez te regalé en una caja. Porque ya entonces sabía que eras tú la persona con la que quería compartir mi vida. Porque JUNTOS es como alcanzamos la felicidad por muy difícil que sea el camino. Porque JUNTOS es como quiero vivir la vida.
Pero antes de acabar, quiero recordarte las palabras que te escribí hace 10 años por tu cumpleaños. Nos acabábamos de conocer y yo te regalé una luna. Todavía hoy las mantengo, y prometo mantenerlas toda mi vida. Te quiero, F., eres el amor de mi vida.
Yo me cuido, tú te cuidas.
Yo te cuido, tú me cuidas.
Te quiere,
T.
